miércoles, 1 de enero de 2014

¡Año nuevo, vida nueva!

¡Año nuevo, vida nueva!. O eso dicen. Así que para este año he decidido ser un poco más felíz, dejarme atrás dependencias de las nuevas tecnologías y hacer una "limpieza" de redes sociales de lo que pueda amargarme el día.
Si tuviera que elegir un hashtag sería #noquieromásdramas, lo que significa quedarme un poco al margen del mundo porque las personas nos empeñamos en recordarnos a diario lo mal que estamos, lo sinvergüenzas que son nuestros políticos o las desgracias que suceden a diario.
Pero es que cuando abro cualquier red social sólo quiero que me contéis que sois felices, que me alegréis un poco el día poniendo alguna foto graciosa o me aportéis el optimismo que a mí me falta cada día.

Y en cuanto a Whatsapp... no quiero que nadie sienta que quiero dejar de tener contacto o alguien se lo lleve a nivel personal, simplemente dejo todos los grupos donde estoy metido, porque a veces me siento esclavo del móvil teniendo que estar mirándolo cada 5 minutos cuando veo el led parpadeando avisándome que tengo nuevos mensajes o encontrándome CIENTOS de mensajes sin leer cuando tengo un rato para mirarlo, y gracias que los grupos se pueden silenciar...

Repito, no es nada personal ni de ningún grupo en particularSimplemente creo que la gente no hace un buen uso de una aplicación que siempre soñamos los que llevamos un móvil encima desde hace más de 15 años... ¡mensajes gratis, por dios!... Pero ya son muchos grupos, muchos mensajes, muchas frases sacadas de contexto y muchas malinterpretaciones porque nunca se sabe con qué intención escribe el transmisor o con qué otra la entiende el receptor.

Sólo quiero "liberarme" de todo esto, aunque la aplicación la dejo instalada para que a nivel privado me podáis encontrar para lo que haga falta.

Haciendo un repaso mental de cómo vivíamos y cómo lo hacemos con las nuevas tecnologías me pregunto a veces si de verdad todo esto está haciendo la vida más fácil al ser humano, pero echo de menos aquellos tiempos en que salíamos a la calle sin móvil y no no sentíamos "culpables" por estar localizables cada segundo, o cómo con unas llamadas al fijo la gente iba directa al grano y quedábamos a una hora en un sitio determinado sin problemas.

Y éramos felices...

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